jueves, 17 de mayo de 2007

¿Remordimientos?

Nada más ver la imagen, ya sabréis sobre qué trata el post. No tengo intención de escribir sobre el problema vasco (mal llamado, mejor problema español), sino tratar el tema desde una perspectiva más general.
Cárcel para el etarra por asesinar a Tomás y Valiente a sangre fría. Es muy fácil resumirlo en una frase, pero no creo que esa frase exprese correctamente la profundidad del hecho. A sangre fría quiere decir con plena conciencia de lo que se hace, una acción como resultado de una decisión previa y meditada.
Me puedo imaginar la acción. Alguien entrando en un despacho y ejecutando a otra persona mediante tres tiros a bocajarro. Tres tiros disparados con plena conciencia de la situación. Pero lo que no sé es lo que pasa por la mente del asesino en ese momento. ¿Odio hacia la víctima? ¿Sensación de hacer algo punible en aras de un bien mayor? ¿El clásico "son ellos o nosotros"?.
Matar a un hombre es un acto vil y cobarde. No sólo le quitas todo lo que es, sino que le quitas todo lo que podría haber sido. Una persona que comete un acto así no cabe en nuestra sociedad, y tengo mis serias dudas de que, después de un tiempo en prisión, su código de valores se modifique lo suficiente como para que sea seguro volver a insertarlo en la sociedad. Una vez probado el acto del condenado, se debe anteponer la seguridad de las personas sociales a los derechos del condenado asocial. Es la simple aplicación del instinto de conservación.
De la misma manera, ese instinto exige que nuestra sociedad ponga los medios necesarios para que no aparezcan personas con este tipo de valores. Nuestra sociedad occidental tiene valores, aunque ahora parezcan estar difusos. Uno de esos valores es el respeto absoluto por la vida, sin que se pueda anteponer ninguna ideología. Nuestro sistema educativo debe asegurar que estos valores impregnan de manera meridiana, y no difusa, a las próximas generaciones. Y cuando digo sistema educativo, lo digo en sentido amplio (familia, escuela, medios de comunicación,...). No sólo debe ser ilegal un partido que no condena la violencia. Debe ser ilegal, y por tanto sujeto a responsabilidad, cualquier persona, entidad o asociación que justifique el asesinato.

sábado, 5 de mayo de 2007

Vencer por los puntos

"Si llegamos a las cien víctimas, es obvio que algo estamos haciendo mal..." dijo el responsable de tráfico antes de la operación Semana Santa 2007. Ergo, estamos haciendo algo mal.

Por primera vez en la historia de la implantación del polémico "carnet por puntos" en nuestra querida España, la operación Semana Santa se desarrolló con absoluta normalidad, en lo que se tristemente se refiere al número de víctimas mortales.

Están muy bien las nuevas leyes, las nuevas normas... todo lo nuevo está muy bien... sobre todo cuando hemos olvidado lo antiguo y lo nuevo viene a ser más de lo mismo.

No entraré a discutir que, indudablemente, al Estado le interesa reducir el número de víctimas que se cobra anualmente la carretera. Por motivos humanos, económicos, sociales y demás, pero si "de paso" nos sacamos unos eurillos, ¡mejor que mejor! Morir, se van a morir igual, entonces mejor llenar la caja. Pero a lo que iba: está muy bien lo de sancionar (que ya se hacía antes).

Se implanta un carnet por puntos para reducir el número de accidentes: negocio para las autoescuelas.
Se retira el carnet a los infractores para que no conduzcan: conducen sin carnet.
Se colocan radares fijos para reducir la velocidad: se compran aparatos de detección de radar.

¿Se ha reducido la velocidad, el número de accidentes, el número de víctimas? ¿Se conduce "mejor"? Las normas de tráfico son básicamente las mismas que hace cincuenta años, las carreteras han evolucionado (al igual que los vehículos) y la única evolución que los ha acompañado es la de las sanciones, que ya existían antes. Luego nos enteramos de que la Guardia Civil de tal zona ha visto reducido su presupuesto de movilidad al 80% este año (no concretamente éste, sino uno de los anteriores, como me enteré por un amigo) así que tienen los kilómetros limitados y hay que patrullar lo justo. Luego ¿es realmente la velocidad la que aumenta el número de accidentes? Seguro que aumenta el riesgo de muerte en caso de accidente, pero la mayoría de las medidas van encaminadas a sancionar económicamente el exceso de velocidad, cuando el resto de las imprudencias campan impunemente sobre el asfalto.

Esperemos al próximo capítulo de esta telenovela, en la que se nos trata como tontos mientras se nos hace creer que no lo somos: es por nuestro bien.